Los militares en situación de retiro o baja, son la columna vertebral de este país; sin ellos no existiría la República Mexicana, no habría tierra y libertad, sufragio efectivo no reelección, elecciones libres sin coerción; en otras palabras no habría patria.
Las fuerzas armadas mexicanas han protegido nuestros derechos como mexicanos, han defendido la constitución desde su creación y han hecho posible la creación de un estado libre, soberano y democrático.
En palabras de muchos expertos en geopolítica, política y relaciones internacionales en general: “La guerra, aunque es horrible, es inevitable para el ser humano que vive en sociedad” y los futuros militares activos o en retiro; estarán ahí para proteger esta nación y nuestro estilo de vida como mexicanos.
A través de la historia nuestros militares han tenido que hacer sacrificios y han arriesgado la vida para proteger a nuestro país; las guerras son aterradoras, cuando se declara guerra todos los seres racionales tienen miedo, nuestros militares en situación de retiro o baja, también son humanos y también temen por su vida, pero cuando más se les ha necesitado, han respondido y se han levantado para defender esta gran nación.
En la guerra muchos deben soportar el hambre, la pérdida de un hermano en armas, el dolor y la desesperación; pero aun así luchan con un propósito, por el que están dispuestas incluso a dar la vida, me refiero a darnos libertad a todos los mexicanos.
Muchos de nuestros militares en situación de retiro o baja sufren o han sufrido estrés postraumático, inadaptación social, e incluso se les dificulta reintegrarse a la vida civil; y es por eso que hemos creado OFEC para reconocer su labor y mostrarles la gratitud que el pueblo mexicano les tiene. Porque nuestros militares en situación de retiro o baja son los pilares en los que se cimientan nuestra historia, son héroes de la vida real y son ciudadanos modelo para la nación.
Gracias al poderío, la disciplina y a su estrategia, las fuerzas armadas mexicanas ayudan a dar forma a nuestra política exterior, fortalecen nuestra política interior y protegen la democracia y la justicia para todos los mexicanos.
Nuestros militares en situación de retiro o bajo no solo han protegido al país contra agresiones sino que también ayudan a los necesitados. En muchas ocasiones ellos han sido los primeros en brindar asistencia médica, técnica o alimenticia en situaciones de crisis o de desastres ambientales, ya sea dentro o fuera del territorio mexicano.
Hoy en día, nuestros militares están más comprometidos que nunca en operaciones humanitarias, en los últimos años han ayudado a restablecer comunicaciones en terremotos, inundaciones, derrumbes, y otros desastres ecológicos. El espíritu de cuerpo de los militares en situación de retiro o baja se transmite a los que ahora están activos y es esta cooperación la que crea una hermandad; la sangre mexicana que les une hace más fuertes sus corazones.
Nuestros futuros militares activos y en situación de retiro o baja, son los niños que se sientan a nuestro lado en la clase de matemáticas, juegan al fútbol en las preparatorias, o incluso son nuestros mejores amigos; los pocos que deciden enlistarse tienen una enorme responsabilidad.
Son ellos quienes protegerán nuestros valores y a nosotros mismos, como ciudadanos; debemos estar eternamente agradecidos.
Todos ellos están listos para defender la tradición y el honor de lo que significa ser un soldado mexicano, están listos para proteger nuestro estilo de vida y están listos para promover la paz y la prosperidad en todo el mundo.
Así que damos gracias a nuestros militares en situación de baja o retiro, por su servicio; ustedes nunca serán olvidados y nosotros, como ciudadanos, siempre estaremos en deuda con ustedes. Por que ustedes han formado nuestra historia y son ustedes quien darán forma a nuestro futuro.
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